Maildrileño (1)
Bueno…
Me subo al avión, que me llevará directamente, sin escalas, a las remotas
tierras orientales del Uruguay. Casualidad de aquellas, al lado mio se sentaba Dana, una amiga de Nati de la facultad que también venía a Madrid.
Dos horas de escala en Madrid, y cambio de avión: vuelo 802.
Y ahora sí, nos dejamos de joder… vuelo directo y sin escalas a Río de Janeiro. Y ahí me di cuenta definitivamente que los brasileros son diferentes. Mientras Ezeiza se llama Ministro Pistarini, y el JFK se llama JFK y Barajas se llama Barajas y yo me llamo Pablo, el aeropuerto de Río
se llama Antonio Carlos Jobim… que capos.
Bueno, bajamos del avión en Río, y pregunto si puedo salir a conocer la playa, “por supuesto” me contesta una azafata que se puso la sonrisa antes de salir de la casa. Y bueno, a pasear por Río… la playa, el Cristo… lindo lugar. Mientras camino por la playa se me acerca un negro carioca y
me plantea un duelo de capoeira, le digo que sí, por supuesto, que hay que defender el orgullo argentino. Despegamos. Una azafata le dice a otra: “qué bien te quedó el brushing”. Esquivamos una torre gemela. El piloto grita. Me siento al lado de una señora docente, de unos 60 años, que
viajaba a Madrid a encontrarse con alguien que asumí era su reciente novio. Conversamos de esto y aquello, pero más de aquello que de esto.
Iba para Murcia, a casa de su aparente noviecillo. mmm… Sur de España… “no
era para allá a donde quería ir yo?”, pienso… y sí, pero no da… voy a sacar el mapa para tirarle la indirecta: “por dónde queda Murcia?, y cómo se puede llegar ahí?, en micro?”. Fue, no se puede sacar el mapa porque estamos aterrizando. Hice bien.
Madrid. Acá en el Cyber hay un gordo muy capo.
“por cuánto tiempo va a quedarse?, trabaja en buenos aires?, de que trabaja?, cuanta plata trae?, usted debe saber que no puede pasar de los 3 meses porque estaria de ilegal”, me dice un policía. Y recién ahí, ahora sí… Madrid.
INT. Aeropuerto / Agencia de turismo – DIA
Pienso en el “che, perdoname”… y lo corrijo… “disculpa”, le digo… “cómo llego a la calle Barbieri” (fácil de recordar, gracias Carmen). No puedo dejar de notar cómo suenan mis dos “ll” bien argentinas. Metro. Mi mochila es enorme, pero está muy buena. Bajo en mi estación, Chueca…
camino para el lado incorrecto, saco el mapa… vuelvo sobre mis pasos.
Odio sacar el mapa. Y encima con la mochila. Llego a mi hostel, conozco a una minita de origen desconocido, con la que intercambio un seco “hi”, 99% seguro que estaba drogada para atrás, despues la veo hablando por teléfono mientras llora. Le parto un martillo en la cabeza. Ahora no sufre más. En la cocina me encuentro con Carla, una mexicana divina que se fue a Barcelona ayer a la noche. Salgo a caminar, intento pensar continuamente en cómo volver porque ahora no tengo a nadie que me lo indique. Dió resultado. Luego de caminar 1 cuadra pude encontrar el hostel de nuevo, aunque me pasé 4 cuadras volviendo. Voy a la sala donde está la tele, y está Carla armando el bolso. Charlamos un rato, de México, de Fox, de cosas del viaje. Llegan dos canadienses, medio disecadas. Llega un andrógino, que despues me dijo Carla la mexicana que es mujer… Desde que me lo dijo estuve mirando a ver si tenía bulto a no. No vi nada. Me aburro
con la conversación del andrógino y las canadienses, hablando de sus ropas, que no las lavan hace 3 meses. Hasta el momento ningún hippie.
Hasta este momento digo. A dormir, estoy cansado por el avión. Una horita… a la ducha. Supermercado. Unos fideos instantaneos con Bolognesa, 80 centavos de euro, una cerveza (que sigue en la heladera), no me acuerdo el precio… pero tipo 50 centavos, un agua… 25 centavos de
euro. Mi cena. Perfecto. Ceno, y luego voy a la sala de la tele.
Conversamos 2 mexicanos, 3 brasileros, 1 italiana y yo. De todo un poco.
Un brasilero trae una cerveza. En la cocina se sientan los de habla
inglesa. Hablamos todos en español. De la charla se desprende un mini
dialogo entre André (Río), y Mayra (con acento en la y, Sao Paulo). “O
sotaque de uma pessoa de Rio é diferente ao de uma paulista?”, les digo…
“o cara fala portugues”, dice André, “ele estava comprendendo todo o que a
gente falava”… copado.
Bueno, me cansé. Acelero.
Salimos con André el brasilero, Graciela la tana y Mayra la brasilera. Una
cerveza por aquí que nos invitó un argento, otra cerveza que invitó la
tana, otra cerveza que creo que invité yo, y otra… que no se quien. Otro
bar (el tercero o cuarto)… y bueh… un destornillador. Me duele un poco
la cabeza, y estoy tomando un yogur de danone que se llama Dan’Up. André
se había pedido un Whiscola, y sigue durmiendo. 24 minutos. Los dejo para
otro día. En resumen, todo 10 puntos. Ah, la tana me invitó a Sevilla,
comparte un piso con dos inglesas creo que entendí, y con no se quien más.
mmmm… Me iba a dejar la dirección en el hostel, porque se iba…
Bueno, nada… mientras volaba se me iban ocurriendo cosas para poner en
el mail… y cosas para escribir, pero no tenía con qué. No me acuerdo la
mayoría. Acá hay un negro que los va a cagar a palos a todos, dice que le
dieron de baja la cuenta de hotmail… jaja
En el avión a Uruguay, atrás mio había un flaco con una minita, que se
conocieron ahí. La minita iba a Alemania, y el flaco le decía: “vas a ver
que no vas a querer volver, el trato de la gente es muy diferente, de
mucho mas respeto, y va a hacer que cambies vos tambien, que te sientas
mucho mejor con vos misma, no vas a querer volver”…… Argentina.
Argentina.