Wolksvagen Golf Balbastro (31)
Junio de 1948.
Cruzo hacia Berlin Occidental, donde tengo que cambiar mis billetes por
sus billetes, porque tenemos diferentes monedas.
Enero de 1949.
Los soviéticos bloquean nuestra ciudad. Por suerte nuestros amigos
americanos aterrizan aviones cada minuto con comida, y mantienen nuestra
ciudad funcionando.
Octubre de 1949.
Cambian la capital de GDR (German Democratic Republic) a Berlin Occidental.
Agosto de 1961.
Esta mañana desperté más tarde que de costumbre. Por alguna razón los
rayos de sol no entraron a mi cuarto como el resto de las mañanas.
Sorprendido también que mi mujer no me haya despertado, giro sobre mi
mismo hacia el otro lado de la cama, y recuerdo que mi mujer se había ido
el día anterior a Berlin Occidental a visitar a su madre. Apurado, como
todo buen aleman que no quiere llegar tarde al trabajo, abro la ventana,
para encontrarme, con gran sorpresa, un muro que se extendía a lo largo de
la ciudad.
3 de Noviembre de 1989.
Apertura del muro.
La luz roja del semáforo le indica a los autos que frenen. Lo hacen en
regla, germánicamente. El de los peatones tarda unos 15 segundos en pasar
a verde. Habrán hecho el cálculo de lo que podría pasar si un auto pasa el
semáforo en rojo y los peatones empiezan a cruzar, quien sabe. Esta es una
situación común en Europa, pero lo que la diferencia acá en
Deutchland, es que los tipos se quedan parados hasta que el semáforo de
peatones se ponga en verde, aunque saben que es imposible, que no hay
forma que el semáforo de los autos sea el que se ponga en verde. Pero está
bien.
Los alemanes me gustan más que los franceses. Hasta ahora no vi ninguna
esvástica. Me gusta el yogurt con pulpa.
Berlín me sigue apasionando, es la ciudad con más movimiento
undersociocultural que vi. La historia que tienen los flacos, no se si
puede compararse con la de Cuba.
Anteayer, día de mi llegada. Despues de leer un rato y ver el mapa, subí
a mi cuarto a descansar. Buena siesta me mandé. Al despertar, me di una
ducha. Volví al cuarto y conocí a un flaco nacido en Alemania, pero que
vivió toda su vida en California, Estados Unidos. Bueno, toda su vida no,
también había vivido en Barcelona, con 8 argentinos, y despues no me
acuerdo donde más. El tipo me dijo que hasta que no se vaya Bush no volvía
a usa. Creo que Bush está pensando renunciar para que este flaco vuelva.
Bueno, bajé a la sala, estuve sentado un rato ahí, y después al bar,
donde me tomé dos cervecitas. Hicieron una rifa, fue todo muy aburrido, y
me fui a dormir.
Despierto.
La gente en el hostel me resultaba rara, nadie saludaba en los pasillos.
Despierto. Intento alargar el desayuno, que por 4,5 Euros es libre (más de
15 pesos un desayuno, ya se), pero con ese desayuno, que se puede tomar
hasta la 1 del mediodia, tiro hasta la cena tranquilo. Bueno, no pude
estirarlo mucho y a las 10 ya estaba desayunando. A los 10 minutos no
podía más. Me senté a leer un rato, despues fui al cuarto a descansar, y
junté fuerzas para salir al frio berlinesco. A caminar.
Alexanderplatz, torre de televisión, cosas. Bueno, era domingo, y
aparentemente carnaval en Berlin. Mucha joda, en medio del frío, muy raro.
Camiones con música, mucha gente disfrazada, fue divertido. La alegría no
es solo brasilera che (che). Bueno, caminar caminar, y volver a descansar.
Cena muy temprano (ya me estaba cagando de hambre), tipo 18 horas. En el
hostel no hay cocina, primer hostel en mucho tiempo que no la tiene. Por 4
Euros te dan un plato caliente muy rico. Fideos a la bolognesa o algo así,
o un pollo al curry con no se qué. Muy rico.
Y de ahí, que hice?, bueno, creo que subí al cuarto, saludé a dos ponjas
y una mina que no se de donde es pero creo que habla inglés que duermen en
mi cuarto. Me tiré a leer, y a escribir. La idea de mi guion está casi
listo. Ah, Wafer, el de Amsterdam, estudió cine en Chile, y ya quedamos
encontrarnos en los Oscars.
Despierto. Ducha. Desayuno. La triple D. Esto es hoy, así que creo
recordarlo mejor que ayer. Tengo calor. Me saco el buzo. Me pongo el
pongo. California Breakfast, por 1.5 Euros. Un bowl lleno con frutas,
cereales y/o leche. Me llenó. Despues estuve leyendo a Proust, ahí en el
desayunadero.
Ah, momento. Acabo de abrir la libreta.
Bueno, ayer a la noche estuve pensando en un corto. Es otro guión que
quiero hacer, pero que requiere más trabajo de investigación que el largo
que estoy escribiendo, pero menos creatividad.
Ayer caminando, entré en una especie de complejo comercial, y estaban
dando una película que se llama El Ultimo Tren, de Diego Arsuaga, con
Federico Luppi y Héctor Alterio.
Despues caminando en ese carnaval, por una avenida muy grande que tenía en
los costados puestitos de wafles y de cerveza, escucho una canción, sigo
caminando, pero el ritmo tenía algo conocido, algo familiar… me quedo
escuchando un rato más, y estoy casi seguro que era Hociquito de Raton en
Aleman. Quizas estoy para atras, no se.
Bueno, vuelvo a esta mañana. Despues del desayuno estuve leyendo a Proust
en el lugar donde se desayuna. “Y esos sueños me avisaban que puesto que
yo quería ser escritor, ya era hora de pensar lo que iba a escribir. Pero
en cuanto me hacia yo esta pregunta, y trataba de encontrar un asunto en
que cupiera una significación filosófica infinita, mi espíritu dejaba de
funcionar, no veía más que un vacío delante de mi atención, me daba cuenta
de que yo no tenía cualidad genial, o acaso que una enfermedad cerebral
las impedía desarrollarse”. A mi izquierda se sentó un muchacho con la
remera del Che. Seguro no sabía que era argentino, pero me estoy dando
cuenta que la nacionalidad del che solamente le importa a los argentinos.
Es un muerto que no para de nacer.
Quiero decorar mi pieza con algunos posters que estuve viendo en el
viaje. El primero, uno que ya había visto en alguna ocasión, de un tipo
solo, parado enfrente de una fila de tanques, impidiendoles el paso.
Impresionante. La otra, del 17 de Junio del 53, día en el que los
soviéticos prohiben que se reúna gente en grupos de más de 3 personas, y
prohiben estar en las calles entre las 9 pm y las 5 am. Día en el que todo
Berlin Oriental sale a la calle a manifestarse en contra de estas
ordenanzas, impresionante. Esas uniones de personas me impresionan. Bueno,
hay una foto de un milico apuntandole al tipo que le está sacando la foto,
con muchos manifestantes alrededor, y todos parados sin irse. Muy grosa. A
ver… voy a tratar de ordenar un poco cronológicamente la narración. Sin
empezar de vuelta, no se preocupen.
¿¿¿Dónde estaba???
Ah, bueno. Proust. Eran casi las 12 del mediodía, y recordé que no había
pagado esa noche. Apurado y con miedo de que me digan que me quedé sin
lugar, corrí a la recepción. Bueno, no corrí, caminé rápido. Le dije al
tipo que le quería pagar dos noches más, y estuvo un buen rato mirando la
computadora. El miedo se apoderó de mi. Enseguida empecé a gritar y dar
vueltas alrededor de la recepción, saltando de tanto en tanto sobre los
sillones, y tirando los monitores de las computadoras al piso. El tipo, al
ver la situación, me dijo que sí había lugar. Menos mal. Subí al cuarto a
buscar la campera, los guantes, el lonelyplanet y algunas cosas por el
estilo. Le digo “Hi” a la de habla inglesa, me contesta igual.
Bajo, y me siento a organizar mi recorrido por la ciudad. Saco el mapa…
mmm… si, me voy al Palace de No Se Que Carajo. Se me acerca una piba y
me pregunta si puedo completar una encuesta, en ingles. Bueno, dale. Sexo.
Edad.
– Sos feliz?
– Cuál sería tu propia definición de felicidad?
– Hubo algún acontecimiento reciente que haya influido en esa felicidad?
– Ordená estas cosas en orden de lo que te hace mas feliz…
Listado de cosas.
Preguntas así. La de la definición de felicidad me hizo acordar a algo que
dijo Mayra (Nati, se lo reenviás?): “No existe el concepto de felicidad,
sólo existen momentos buenos y momentos malos”. Pero creo que no estoy de
acuerdo. Uh, que tema. Creo que la felicidad existe, y que aún en los
peores momentos uno puede ser feliz y de esa forma sobrellevarlos mejor.
Nada más sobre el tema.
Ahora sí, a caminar. Otra vez voy al Palace de No Se Que Carajo, paso por
la Iglesia de No Se Que Cosa. Esos son los nombres verdaderos en alemán,
quizás piensan que los estoy inventando.
Empecé a caminar por la avenida que pasa por todos esos edificios, y
llegué hasta uh… no me acuerdo ningun nombre, esto es un bajon. Una
especie de Arco del Triunfo por donde tambien estaba el muro, que pasaba
por la puerta de este arco enorme. Bueno, buena onda el lugar. Caminé un
poco por ahí, por el lado “Occidental” de Berlin, cosa que no sabia en el
momento, tampoco sabia que el muro pasaba por ahí. Bueno, me voy para
CheckPoint Charlie.
Voy llegando, y veo en el piso una linea de adoquines marrones, y una
leyenda escrita en una placa de cobre colocada sobre los adoquines que
dice: “Muro de Berlin 1961-1989”. A la pelota. Ya me empezó a impresionar
el tema. Más allá se ve el Checkpoint Charlie, frontera de los dos
berlines, los dos mundos separados por un sólo muro. Punto de control de
los aliados. Foto. Carnet de prensa. Estuve como 4 horas en el checkpoint
charlie, que es un museo de cosas del muro, con la historia del muro y
todos los métodos de escape, uno más original que el otro, que usaban los
de Berlin Oriental para cruzar a Berlin Occidental. Impresionante museo.
El mejor que fui. Esa historia de Asterix de La Zanja que divide al
pueblo, será una analogía al muro. Releerlo. En unas escaleras, del lado
izquierdo se observan dibujos de alumnos entre 1961 y 1962, entre esos
dibujos uno me llama la atención: Una gallina de un lado de un alambrado,
con sus pollitos del otro. Impresionante. Bueno, termino el recorrido, y
entro al Shop del museo. Unico Shop en mi vida en el que hubiera sido
capaz de comprar algo. Estuve buscando un poster para llevarme, del muro
en blanco y negro, pero era todo una cagada lo que vendían. Fotos en color
de Berlín. La única en Blanco y Negro, foto del muro en 1962 y otra abajo
en 1990 quedaba arruinada por una inscripción en el medio que indicaba
esos datos y el lugar donde fue tomada. Quedaba fea. Estaba dispuesto a
pagar los 11 Euros por un buen poster. Tambien vi pedazos del muro, que
los vendían a 3600 Euros. Empecé a preguntarme en qué se basaban para
fijar ese precio. Me causó mucha gracia pensar que el muro que
construyeron los comunistas ahora lo estaban vendiendo basados en la ley
de la oferta/demanda… que divertido.
Salí de Checkpoint Charlie realmente impresionado, que cacho de historia
che. Caminé por los 200 metros de restos del muro, le saqué algunas fotos,
que creo salieron medio mal porque ya era de noche.
Ah, el pelado me hizo acordar de algo recien por msn. Las alemanas
divinas. O sea, pensaba que iban a ser todas Barbies pero mas altas, pero
hay unas morochitas, castañas muy lindas de verdad. Bueno, eso.
Despues empecé el camino de vuelta. Llegué al hostel, pregunté qué había
de comer, y me dijeron Puerco Con No Se Que Carajo. Todavia no se que
carajo quiere decir No Se Que Carajo en aleman, pero lo usan en todas
partes, en los nombres de las iglesias tambien. El flaco del hostel me
recomendó el restaurant de enfrente, donde compré una lasagna. Eso es
todo.
Que mail… larguisimo, no?
Bueno, el que llegó hasta acá, que me conteste “lufthansa” en un mail, y
cuando vuelva le llevo un regalo.
Saludos cordiales.