Buenos Aires, Enero de 2006
Llegamos a la estacion de autobuses de Panama City.
Negociamos con un taxista para que nos lleve al hostel; lo conocia.
Estaciona en un edificio, y nos dice que es ahi, en el tercer piso. Nos parecia raro, como un edificio de casas de familias.
Jony fue a fijarse si estaba bien mientras yo pagaba. Estaba bien.
Tocamos timbre, y subimos al tercer piso.
Usamos un poco de internet, nos registramos, bajamos a comer algo porque la cocina ya estaba cerrada. Shawarma.
Volvimos, y no teniamos fuerzas para baniarnos. La ronia castro que llevabamos encima era increible, pero por la maniana temprano teniamos planeada una potente ducha electrica “caliente”.
Amanecimos al otro dia, y para nuestra sorpresa, habian cortado el agua en todo Panama. Se suponia que iba a volver al mediodia. Nos sentamos nuevamente a usar internet, a actualizar novedades. Entra Ken, el Indu que conocimos en Bocas del Toro. Nos habiamos olvidado de despedirlo, pero todo bien. Habia viajado en avion desde Bocas por 60 dolares. Nosotros habiamos gastado 30 en micro, y perdido un dia… era una excelente opcion la del avion, si la hubiesemos conocido. Jony se sento en un sillon junto a las maquinas, y estuvo charlando un rato con Ken y una francesa que trabajaba en el hostel, mientras yo seguia con la internec. Al rato, Jony me mira y se empieza a reir. Es que sinceramente lo nuestro ya era asqueroso. Yo tenia los joggins arremangados hasta la rodilla, totalmente despeinado, con el pelo bastante largo, mucha mucha barba – nunca tuve tanta – muy negra, mucha suciedad y olor. Una cosa de locos. Las ojotas, debajo de unos pies negros de tierra. Pareciamos en vietnam loco. Me empece a reir con el, y nos acompanio en la risa la francesa quien enseguida entendio la situacion. Era liberador estar tan sucio. Ya no nos importaba nada. Bajamos a caminar con Ken. Nos tomamos un bondi hasta la plaza 5 de Mayo (dia de la liberacion de Panama). Nos acompanio un flaco que conocimos en el micro (Panamenio) por la peatonal hasta llegar a la plaza, y nos ayudo a encontrar otro bondi para ir al Canal de Panama. Lo tomamos, y nos bajamos a 10 minutos de caminata del canal. El sol estaba fuertisimo. Mucho mucho calor. Llegamos al canal, con carnet de estudiante pagamos 3 dolares cada uno (me robaron el de prensa). A esta altura ya no nos impresionaba nada, con el cansancio, la ronia. Es increible que una civilizacion tan antigua pueda hacer un canal tan groso, la verdad. Estuvimos un rato ahi, hasta que se hicieron las 2 de la tarde, horario en el que pasaria un barco por el canal. Es realmente un espectaculo de la ingenieria moderna. Primero el barco navega desde un lago hasta quedar en una especie de pileta con una compuerta de cada lado: una da al lago, y otra da a una segunda pileta. Las compuertas se cierran, y el nivel de agua de esta pileta comienza a descender, bajando con esta el barco. Cuando descendio, se nivela el agua de la segunda pileta para quedar iguales. Se abre la compuerta del medio, y pasa el barco a la segunda pileta. Se cierra la compuerta detras del barco. Se nivela el agua de esta segunda pileta con el agua de mar, se abre la ultima compuerta y pasa el barco. Ahora, no estoy hablando de una lanchita. Era un barco enorme, de unos 45 metros de ancho por 200 de largo, una bestialidad. Fue bastante impresionante, pero una vez que me di cuenta como funcionaba todo y lo vi entrar en la primer pileta ya me queria ir. Aguantamos hasta que se empezo a ir hacia el mar, y nos fuimos. Ken se quedo viendo otro barco mas, y despues se iba de shopping porque le quedaba mucho viaje por delante y toda su ropa estaba hecha pelota.
Nos moriamos de hambre. Caminamos hasta la parada del colectivo otros 10 minutos, y nos bajamos en la peatonal. Caminamos. Hicimos una escala en un negocio de fotografia para ver si Jony reemplazaba su camara, pero no nos convencio nada. Almorzamos en el Coca Cola Cafe. Muy bueno, una cazuela de mariscos, con un plato Default con varias cosas… arroz, porotos, etc. Servian vasos de agua de la canilla muy ricos y refrescantes. De ahi caminamos bastante por la ciudad vieja, vimos algo del Jazz Festival que se celebraba en Panama City en esos dias, luego caminamos junto al mar por un malecon muy bonito. Panama City dicen que es la mas linda de las ciudades centroamericanas (son todas feas pero esta esta buena). Lindo lugar. caminamos, caminamos, y a eso de las 18 horas vemos a un flaco con unas clavas haciendo malabares en un semaforo. A los dos se nos cruzo por la cabeza la misma idea: es argento. Jony empezo a cantar alguna cancion argentina, y yo empece a hablar mas fuerte con acento portenio. El flaco nos para y nos pregunta de donde somos. Eso ya lo saben. El era de las Lomas de San Isidro. Tenia la ropa hecha mierda, estaba muy sucio, parecia un autentico hippie. Cada tanto nos hablaba, y se iba al semaforo. Un policia se cagaba de risa de sus malabares, y se quedo ahi viendo todo el show. El malabarista argento queria llegar hasta Canada. Ya habia hecho todo sudamerica malabareando. El policia no le creia una palabra, decia que era imposible. Que el (el policia) trabajaba todos los dias y ganaba 450 dolares por mes. Que no podia ser que este flaco haciendo malabares llegue a Canada. Le explicamos que el flaco no gastaba nada de lo que ganaba, que seguramente dormia ahi en el pasto (tenia su mochila ahi), etc. Que equivocados estabamos!. Se fue haciendo de noche, y el malabarista fue a sacar el kerosene para seguir con malabares, esta vez con fuego. Mientras saca el kerosene se le escapa una pelota de futbol de la mochila, asi que nos pusimos a jugar con un pendejito que vendia caramelos en los semaforos. Al toque me aburri y se quedo Jony jugando solo, mientras yo veia al flaco jugar con fuego, y el policia igual, alucinado. Atras nuestro habia 3 mexicanos (creo) armando ramos de flores para vender en los semaforos. El flaco no era un fenomeno del malabar, pero se manejaba bien y le ponia buena onda. Y el fuego cautiva a pleno al publico. El pendejo le pregunto a Jony por que no iba al mundial a jugar con la seleccion Argentina. Me encantan las mentes de los chicos.
El malabarista argento nos conto en un intervalo del semaforo que habia estado en 30 segundos de fama en lo de tinelli. Que habia ido en su bici hasta el estudio, y sostuvo, en vivo, una escalera sobre la nariz mientras se paraba sobre su bicicleta. Muy zarpado. Tenia la mejor. Nos dijo que habia estado laburando como 8 horas ese dia, y que ya se iba (eran las 19:30) a un lugar a alquilar un departamento por 20 dias. Nos pidio que lo ayudemos a contar la guita. El pendejito de los caramelos quiso venir a contar, y me sorprendio que el malabarista argento lo saco recagando. Le dijo que el no venga a contar, que se mantenga lejos. Nos sentamos alejados de los mexicanos y del pibito. El malabarista saco todas sus monedas y las deposito sobre un banco. Empezamos a hacer pilitas de a un dolar. Le dije al flaco que con esa guita despues se iba al super a armarse un sandwiche. Me miro, se cago de risa, y me dijo: “A un super??? Me voy a Mc Donalds a comprarme un Big Mac!”. Pense que el flaco estaba loco en gastarse todo lo que habia hecho en el dia en un Big Mac. Que inocente soy. Armamos varias pilas de 1 dolar, y las agrupabamos de a 5. 5 dolares en cada fila. En total, en las 4 horas de la tarde que laburo, habia juntado 43 dolares. Ningun problema tenia el flaco. A la maniana habia hecho un monto similar. Unos 80 dolares por dia. Pero claro que se iba a Mc Donalds. Es mas, ahora se iba a tomar un taxi para ir a ver ese departamento. Una masa. Decia que no queria que los otros pibes (mexicanos y pendejitos) vean cuanto habia juntado porque se podia armar quilombo. Yo, por lo menos, me senti muy muy honrado en que haya confiado mas en nosotros habiendonos conocido hace apenas 10 minutos, por ser de su mismo pais. Fue un sentimiento muy lindo, posta. Quedamos que el flaco iba a pasar por nuestro hostel mas tarde para ir a tomar algo. Teniamos hasta las 2:30 de la maniana para hacer algo antes de ir al aeropuerto. Nunca mas lo vimos, pero si lo llegan a ver de aca en un par de meses haciendo malabares muy cerca de Panamericana y Marquez (del lado San Isidro), preguntenle como le fue en Canada. Tenia la mejor onda.
De ahi seguimos caminando, llegamos al hostel, y seguia sin agua!. Viajar 21 horas en avion (teniamos 3 horas de escala en San Jose y 7 en Peru) sin baniarnos iba a ser lo peor, pero no teniamos opcion. Dijeron que seguramente a las 23 horas volvia el agua, asi que decidimos ir a comprar algo de comer, y hacer tiempo con la gente del hostel para baniarnos, dormir un rato y salir para el aeropuerto. Asi lo hicimos. Un pollito con ensalada, unas cervezas, etc. Ah!, a todo esto… a todo el mundo que veiamos, a esta altura, con la ronia y el tema ese que ya no nos importaba NADA, le gritabamos “AZUCAR!” con mucho acento centroamericano – o al menos eso creemos – . La gente se asustaba, y se tiraba un poco para atras, y ahi el otro de nosotros gritaba nuevamente AZUCAR. Asi lo hicimos varias veces en el supermercado. Creo que la gente se asustaba. Posta dabamos asco. Compramos el pollito, subimos, y estuvimos charlando un rato con Ken y con un canadiense muy copado mientras comiamos. Despues nos mudamos a la mesa de un austriaco medio seco, que decia que era muy amigo del inventor de Skype, y con un Belga muy copado que decia que Argentina era el mejor pais del mundo y que era su lugar en el mundo. Asi pasamos un poco el tiempo de nuestra ultima noche, chupando unas birras, comiendo pringles, descuartizando el pollo. La suma de substancias en nuestra piel ya la hacia radioactiva. Ya eran las 23:30 y el agua no habia vuelto. Jony fue a pedir que nos despierten a las 2, y que pidan un taxi para las 2:30. Eso nos daba tiempo para baniarnos antes de viajar. Nos tiramos a dormir, y a las 2 nos despierta el pibe del hostel, Richard, y nos dice que ya estaba el taxi. Bueno, de nada servia discutir. De todas formas me acerque al banio y todavia no tenia agua. Que asco dios.
Salimos para el aeropuerto, y cada vez nos importaba menos todo lo local. Bromas de cualquier tipo, etc. Estabamos como… euforicos por cansancio, desesperacion, ronia. Como dice Calamaro, algo asi como: “La locura nos aleja del dolor de ser humanos”. Bueno, no sufriamos por ser humanos, pero ya pareciamos animales, sin dudas, enloquecidos. Diciendo boludeces, delirando al tachero. Llegamos al aeropuerto a las 2:30, y estaba todo cerrado. No habia nadie en TACA, nadie en ninguna parte. Creo que no es un aeropuerto en el que haya viajes de noche. Es raro. Hicimos tiempo. Yo me lleve el shampoo y utensillos de higiene personal al banio del aeropuerto. Entre en una de las cabinitas donde hay inodoros, y me corte las unias. Mientras lo hacia, se corto la luz. Sali, abri la puerta, y el sensor la volvio a activar. Despues me saque la remera, me moje la cabeza, y mientras rezaba porque no entre alguien de seguridad y me expulse del aeropuerto (ya me imaginaba explicandole a un centroamericano encima patova y gorila que mi pasaje era electronico y por lo tanto no existe fisicamente, y que no era un villero que iba a baniarse al aeropuerto). Bueno, luego de mojarme la cabeza aplique el shampoo, y ahi estaba yo: en cueros, totalmente sucio, lavandome la cabeza. Despues hice lo mismo con las axilas, y por ultimo los pies. Cuando estaba con el ultimo, entro un flaco; baje rapidamente el pie, pero aun asi note que la mirada del flaco se desvio hacia el charco de agua que habia debajo de mi cuerpo. Hice tiempo hasta que se vaya, pero empezo a entrar mas y mas gente, asi que no pude terminar de lavarme el pie izquierdo. Volvi “limpito” a la sala de espera. Jony se cago de risa, de verme llegar con la cabeza mojada y limpita. Me cambie la remera, pero la que me puse tenia demasiado olor a tortilla centroamericana, que no aguantabamos mas. Me termine poniendo otra. Al rato se abrio TACA, y nos pusimos primeros en la fila, por haber llegado primeros. Nos revisaron los bolsos, y embarcamos.
En Panama no hay un solo Free Shop, sino que varios negocios libres de impuestos se disputan la clientela. A esa hora habia solo dos negocios abiertos, en los cuales averiguamos precios de camaras digitales (Jony se la tiene que reponer a Emilia, y yo a mi). No nos cerraba ninguna. Yo me compre una afeitadora – la mia se perdio, probablemente en la mochila que me robaron. Subimos al avion, dormimos toda la hora. Escala en San Jose 3 horas – que tambien las dormimos. Avion a Lima, donde dormimos todo el viaje tambien.
7 horas de escala en Lima.
Mi viejo me habia averiguado telefono y direccion del restaurante de Vilma, una ex seniora que trabajaba en lo de mi abuela Nonnnnnnnna que cocina de puta madre y tiene la mejor onda. Un sujeto que era el manager de los taxis que hacen cola afuera del aeropuerto nos negocia el precio para ir hasta el centro de Lima. Arreglamos un precio, y llama a un tachero. Le decimos al manager que vamos al restaurant de Vilma, y el manager se lo comunica al tachero: “Van al restaurante de Vilma”. El tachero repite: “Ah, al restaurante de Vilma”. Bueno, llegamos, y Vilma nos recibio con un abrazo. La mejor. Le contamos todas nuestras anecdotas, la situacion con el tema ducha. Se que suena muy reiterativo lo de la ducha, y que parecemos dos maricones por repetirlo tanto, pero dabamos asco en serio!. Le contamos que tuvimos agua caliente en un solo lugar, y ella y el duenio del lugar se miraron como diciendo: “Agua caliente? de que carajo hablan?”. Por supuesto, en Lima, o por lo menos en las casas de Vilma y del duenio del restaurante, no existe el agua caliente. Quedamos como dos boludos quejandonos de eso. Despues Vilma nos llevo a conocer el Parque de la Exposicion, muy muy bueno. Un laguito con pececitos, shows para chicos, una mimo que hablaba. Copado. Taxi con Vilma al aeropuerto que iba a despedir a su suegra (JONY: ISOLINA SI ES LA SUEGRA DE VILMA, y VOLVIA ESE MISMO DIA, PERO CREO QUE EN OTRA AEROLINEA). Bueno, avion a Buenos, donde no dormimos tanto… ah, antes me habian confiscado la tijera que venia con mi afeitadora electrica. Es realmente ridiculo, porque la afeitadora la compre en el Free Shop de Panama despues de los chequeos de seguridad, por lo tanto podria haber amenazado a alguien con la tijera en el vuelo Panama – Costa Rica, pero no lo hice. De la misma forma, luego de que me confiscaron la tijera en Peru, podria haber entrado al free shop de peru a comprarme otra afeitadora con tijera. No es muy inteligente que te saquen una tijera y haya puestos vendiendolas luego del control. Ok, volamos.
En 20 minutos más descenderemos sobre el aeropuerto Jorge Newberry. Me ajusto el cinturón. Veníamos cruzando el Rio de la Plata desde Montevideo. Puerto Madero se veía diminuto. Los taxis son amarillos y negros. Saludo a mi familia que me sonríe a lo lejos, mientras hago la cola de la aduana. Mi hermana me da las llaves del mitsu. Bife de Chorizo.
Este ultimo texto fue sacado de mi ultimo mail global a la vuelta de Europa (primer estrofa), y no se adapta del todo bien a la situacion por haber vuelto a Aeroparque en lugar de Ezeiza, pero tenia ganas de usarlo, por lo ciclico, porque siempre me gusto lo ciclico. Porque mi primer corto (video minuto) es ciclico, porque mi humor es cicliclo y utiliza un metalenguaje (que siempre tiene que ser de cierta forma ciclico para ser metalenguaje), y por muchas cosas mas que no quiero recordar ahora, porque a veces siento que la memoria crea disgresiones (disgresiona?). Quizas ese es mi problema; aunque no creo, porque ni Jony ni yo tenemos ningun problema.
Se ha terminado el viaje, de vuelta al trabajo, a los estudios. Y en eso difiere muchisimo del viaje anterior, al cual parti sin ninguna idea de que es lo que haria en mi vida, habiendo abandonado la facultad, habiendo dejado el trabajo. Pero me fui muy contento a ese viaje, sabiendo que necesitaba un cambio, una decision, y en una noche en Lyon, meditando en la cama de abajo de una cama marinera, decidi estudiar cine. No voy a escribir un analisis de mi vida / de mi viaje, de la relacion entre las dos cosas. Simplemente volcar algunas ideas. A este viaje tambien me fui feliz, y creo que es lo mejor que uno puede hacer cuando emprende un viaje importante, porque un mes no es poco tiempo, y no hay nada mas lindo que estar en un botecito que te lleva a Livingston, a los 10 dias de viaje, y pensar en Buenos, en tu gente, en tu lugar, en lo que te gusta hacer ahi. Pensar en eso, desde la distancia, y disfrutarlo. Me fui feliz y volvi feliz. Le doy gracias a Buenos Aires, en su totalidad, por eso.
Pablo.