Budapest (35)

El día 08 de Marzo del 2004 llegué a Budapest.
Compré un boleto de subte, y me bajé en no me acuerdo qué estación.
Empecé a buscar la calle del Yellow Submarine, hostel donde estaban Holden
y Marty, el estadounidense, y el australiano. Encontré la avenida. No fue
fácil llegar el hostel, básicamente porque las casas y negocios en Europa
casi nunca tienen el numerito. Bueno, lo encontré. Toco el portero
eléctrico del tercer piso, número 13, y atiende un muchacho que me hace
pasar. Luego de pagar, entro en la habitación. Eran, aproximadamente, las
7 de la mañana. Holden y Marty dormían. Me acuesto en mi cama y también
duermo. Al rato nos despertamos, nos saludamos con gran alegría, y fuimos
a desayunar. Supuestamente no tenía incluido el desayuno de ese día, pero
bueh… desayuné. Nevaba. Yo tenía ganas de salir a recorrer, porque ya
había sacado la reserva para el otro día a la tarde (Martes) a Milano, y
sino tenía que esperar hasta el Jueves para viajar. Pero Marty y Holden se
tomaban las cosas mas tranquilamente, y decidí seguir su ritmo. No quería
irme a caminar solo. Al rato bajamos a revelar sus fotos. Buscamos unos
cuantos negocios donde lo hacían, hasta que encontramos uno que les gustó.
De ahí fuimos al supermercado a comprar cosas para cocinar el almuerzo.
Unos fideos nomás. No recuerdo con qué salsa, pero estaban ricos. De ahí
estuvimos un rato tranquilos en el hostel, charlando, etc. Salimos a cenar
a un restaurant Indú, aunque me parece que el restaurant Indú fue el
almuerzo, pero no se por qué anoté Fideos en mi libreta. Bueno, restaurant
indú, todo muy bueno. Volvimos, nos tomamos una cervecita. Holden tomó un
poco de vino y se fue al cuarto, al otro día nos enteramos que se sentía
muy mal, con dolor de cabeza, por ese vino de porquería. Conocimos a
Curtis, que se había bajado unos 3/4 litros de Whisky. Um whisky. Pensé
que la noche iba decayendo y llegaba el momento de ir a dormir, pero
surgió la idea de ir a comprar Vodka con OJ. Resulta que OJ es Orange
Juice, nuevos aprendizajes recontra utiles. Bajó Curtis a comprar todo,
volvió y empezamos a chupar a full. Puse un poco de música, Curtis empezó
a decir cosas un poco colgadas, a contarme de la muerte de su abuela, de
cómo le dolió eso, y que gastó 1500 dolares en 3 dias en alcohol luego de
la muerte de la abuela, para ahogar las penas. La abuela había muerto hace
3 años, y el flaco me estuvo contando 1 hora todo sobre el tema. No se si
estaba borracho, o si estaba loco. Un poco de cada. Me trajo el minidisc,
y me hizo escuchar una opera. Estaba muy emocionado el pibe, y me dijo que
fue la opera que tocaron en el funeral de la abuela. Loquisimo todo.
Despues me contó que era adoptado, y que lo único que sabe es que el padre
biológico era negro, cosa que sabe porque la hermana, que es 4 años mayor
que él, tiene un recuerdo de haberlo visto de niña. Que historia, che.
Conocimos a Maya y Nina, dos suizas buena onda. Charlamos un buen rato con
ellas, bah, un buen rato, cuando Curtis me dejaba. De golpe apareció un
tano limadisimo, con rastas, bailando por toda la cocina con la música.
Apenas apareció, pensé “que interacción loquisima”. Ahora todas las cosas
así locas e inesperadas las llamo interacciones. Seguimos un rato ahi, el
tano se adueño de la situacion, fue muy divertido. Al rato se enteró que
era argentino, y le encantó. Un rato despues, vió que me llamaba Pablo, se
paró, me dio un beso en la mejilla, y me dijo emocionadisimo: “mi hijo se
llama Pablo”.
Despues una de las Suizas dijo “hay dos locos en esta cocina”, yo yo re
paranoico pregunté quienes, pero me dijeron que el tano y Curtis. Joya.
Seguimos un rato ahi, y nos fuimos a dormir.
El 09/03 desayunamos, y salimos a caminar. Cuando pintó el hambre, vimos
un cartel de comida China y empezamos a seguirlo, pero como todos los
carteles en Europa, uno los sigue, y desaparece toda señal y el lugar no
aparece, así que terminamos en una pizzeria. Charlamos de la situación
mundial, lo jodimos a Holden porque era de Texas, y cosas así. Despues
cruzamos un puente, el más importante de Budapest, que tiene unos leones
en los costados (esculturas de leones, digo). Subimos una montaña llena de
nieve, mis zapatillas estaban empapadas y son las únicas que traje.
Seguimos subiendo, y cada vez que subiamos veiamos estatuas enormes que
miraban a la ciudad. Nadie sabia quien estaba representado en esas
estatuas. Gente que en algun momento fue famosisima, y ahora no la conoce
nadie. Habia una pelicula, en la que un tipo recontra depresivo le
señalaba una estatua a un pibe y le decía: “ves?, eso es la gloria: una
estatua en la que se cagan las palomas”. Una pelicula colombiana, muy
conocida, pero no me acuerdo el nombre. La Virgen de Los Sicarios, me
acordé. Seguimos caminando, dimos mil vueltas, fuimos a un castillo, a una
iglesia, y cosas así, y unas cuantas horas despues emprendimos el retorno.
La pasamos muy bien. Ah, antes de volver pasamos por el Parlamento, un
edificio muy groso. Volvimos, dejé las zapatillas al lado de la estufa,
esperando que se sequen antes de volver a bajar. Descansamos un rato, y
bajamos con Holden a comprar la comida para la noche. Propuse unos fideos
gratinados, y le gustó la idea. Les conté que es vegetariano?, está en
contra de como tratan a los animales en eeuu, y se hizo vegetariano.
Hippie del orto. Compramos fideos, algo de queso, cocinamos, y comimos.
Despues nos tomamos unas cervecitas, charlamos con las Suizas que se
emborracharon mal y empezaron a decir boludeces, y nos fuimos a dormir.
Despiertate ya. Desayuno, charlamos, etc etc. Compramos comida, me tiré a
dormir una siesta despues del almuerzo. Ah, creo que ese día llegó
Aurelié, la francesa, que conocíamos de Praga. También llegó uno de esos
días un canadiense de Praga, y Kallie, la australiana de Praga, que estaba
durmiendo en la casa de una amiga que vivía ahí en Budapest. Despues de la
siesta, salimos a cenar, con Holden, Marty, Aurelié y dos alemanas. Me
comí una Lasagna, con un vinito. Muy rico todo. Volvimos, estuvimos en la
cocina charlando y escuchando música un rato. Pintó bajar a caminar, así
que bajé a la calle, elegí una dirección y me mandé. Había bastante gente
en la calle, pibes que salían a tomar o bailar o lo que sea. No parecían
muy diferentes a nosotros. Pensé cosas muy raras. Volví, escribí un par de
lineas de código, y seguí charlando en la cocina. Básicamente lo que
escribí, fue algo raro que estaba sintiendo en ese momento. Me sentía
feliz, e inquieto. El principal pensamiento que tenía en la cabeza era que
nunca iba a volver a ver a esa gente, y eso al mismo tiempo me hacía
feliz. Será por la sensación de libertad que eso me daba. El poder ser yo
mismo sin temor a las consecuencias. Estaba feliz, y a la vez inquieto,
con ganas de hacer cosas. Como si esa posibilidad de ser yo mismo
estuviese siendo desperdiciada al estar simplemente sentado sin hacer
nada. O quizás no tiene nada que ver con esto, pero eso fue lo que pensé
en el momento. A dormir.
Desayunamos, y salí a la estación para sacar un pasaje para el otro día.
Antes hice el checkout por segunda vez porque todavía no sabía si iba a
encontrar un pasaje para el otro día. El 12/03 me iría de Budapest a
Venecia. Volví al hostel. Atentado en Madrid. Increible. Estuve mirando
tele un buen rato, mientras un inglés acostado en su cama escuchaba
música, una francesa leía un libro, y un australiano, Marty, usaba
internet. Será que no les importa???. El australiano me dice: “podemos
cambiar de canal”. Lo saqué cagando. Igual despues entendí que él ya había
estado viendo las noticias como 2 horas antes que yo llegue de la
estación, y estaban repitiendo lo mismo una y otra vez. Me acosté un rato
en la cama, y Aurelié vino a preguntarme si la acompañana a hacer las
compras para el almuerzo. Bajamos, y compramos arroz, arbejas, choclo,
verduras… todo vegetariano para hacer un ratatouille (se escribe
así???). Empezamos a cocinar, pero se nos hacía tarde. A las 15:45
teníamos cita con una excursión a una caverna. Dejamos la comida ahí, para
seguir cocinando a la noche, bajamos, nos comimos un falafel cada uno, y
nos fuimos de caving. Creo que esas fotos están muy buenas. Nos dieron
unos trajes, para ponernos encima de la ropa, unos cascos de minero con la
luz adelante, y salimos a la caverna. La verdad, pensé que iba a ser una
boludez, un paseito para turistas idiotas, pero se complicó el tema. Muy
recomendado para el que vaya a Budapest. La mayor parte del recorrido
tuvimos que hacerla arrastrandonos, pasando por huecos por los que apenas
cabiamos. Una se llamaba The Birth Canal, y había que levantar un brazo, y
girar la cabeza hacía ese brazo para poder pasar por el hueco. Estuvo
increible. En la mitad del recorrido, arrastrandome por el piso, mi
espalda se quejó un toque. Me agarró un cagazo tremendo. Si me agarraba
uno de mis tradicionales dolores de espalda, me quedaba en ese puto tunel
toda mi vida. Iban a tener que alimentarme ahí. Ya me imaginaba al doctor
arrastrandose por esos agujeros para ir a verme. Por suerte fue solo un
dolorcito y pude llegar. Por el final, había un libro de visitas, que lo
encontró Marty de casualidad, escondido entre unas rocas. Cada uno
escribió un recordatorio. Si van busquen el mío, dice: “Encontré una
caverna – 08/03/1837”. Salimos de la caverna, y teníamos que hacer tiempo
hasta que pase el micro que nos llevaba al hostel. Algunos se tomaron una
cervecita, otros simplemente agua. Yo agua. Charlé un rato con Sofie (al
final no estoy seguro si se llamaba Sofie o Silvie…), una francesa que
vivía hace 4 años en Inglaterra, muy buena onda. Se estaba yendo a Rumania
a filmar un documental. Me dieron unas ganas de ir… pero no dió. Aurelié
era muy graciosa hablando inglés, cuando quería decir Breath
(respiración), decía Breasts (pechos), cosa que generaba confusiones muy
divertidas con todo el mundo.
Miré un poco más de tele, el tema del atentado y eso, y me acosté.
Desayunamos, miramos un poco más de tele (teníamos tele y compu en nuestro
cuarto, me sentía en casa). Salimos con Holden y dos ingleses (uno se
llamaba Charly, el otro no se), para los baños, que son como baños turcos,
o termales, no se. Pileta de agua caliente basicamente. Hicimos algo mal,
porque terminamos en baños donde eran todos hombres, y los hijos de puta
estaban todos en pelotas. Me pareció un poco desagradable, pero bueh.
Había muchos reliquias moishes, que se debían estar dando el baño de la
semana. Fue bastante aburrido, pero el efecto posterior fue muy bueno, muy
muy relajado, así que valió la pena. Estando ahí, me imaginaba estar con
muchos de ustedes. Hubiera sido muy divertido. Alguno saltando y dando
bombazos contra el agua. Otro jodiendo a todos los viejos que estaban ahí.
Otro midiendo los tamaños de cada uno basandose en los cuadraditos de los
azulejos de la pileta. El tipo que cuidaba las cosas en los vestuarios era
muy mala onda, nos trataba de estupidos, y se calentaba de toque. Yo le
dije que se tranquilice o que le iba a romper la cabeza. Por suerte no
entendía español. Salimos, relajadisimos, y almorzamos. Los
primermundistas se pidieron una coca, y yo un vaso de agua. Nos tomamos un
subte al hostel, cambié 10 dolares porque había quedado debiendole guita a
Holden, y quería hacer unas compras para el viaje a Venecia. Hice estas
compras, volví al hostel, me despedí de todos, y salí a la estación. La
mochila pesaba como nunca, no se por qué. Compré un jugo con los últimos
120 florines que me quedaban. Me tomé el micro, donde pasaron Anger
Management, con Jack Nicholson y Adam Sandler, en húngaro. La puta madre.
Igual entendí casi todo, menos los chistes. No se de que vale ver esa
pelicula si no se entiende casi ningún chiste. Creo que la música de la
pelicula esta buena, bajense el soundtrack. En la frontera, de vuelta a la
unión europea, me hicieron unas cuantas preguntas, y me dejaron pasar.
Aprendí a mostrar el pasaporte argentino con orgullo. Y eso es todo, de
vuelta en Europa Occidental.
Besos a todos, me quede sin tiempoo!!!!!!!!

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