33 horas hasta Caracas #1
Essa e a historia de dois caras que decidirao viajar para o Brasil nas
suas ferias. No comeco, em Buenos Aires, o Pablo teve que procurar de
manhá o seu cartao de debito no banco, logo resolver umas questoes de
trabalho, e naquela hora a campainha sonou. Era o Primo, esperando la
embaixo com o taxi para Ezeiza.
Sali con mucho stress de Buenos Aires. Un usuario rompe huevos y el
tránsito para estacionar en Cabildo y Juramento estresan hasta a un
brazuca. Bueno, llegamos a Ezeiza, con mucha alegría. Tratamos de
concentrarnos lo máximo posible para no perder el avión como en
nuestro último viaje. Nos encontramos con unas amigas del primo que
conoció en el norte, e hicimos la cola con ellas. Una tenía mucho
miedo a volar, y cuando el avión cayó en esta isla en picada, casi se
muere del susto. Los pocos brazucas que estaban en el vuelo tambien se
asustaron un poco, porque no se la bancan como nosotros que somos
argentos. Por suerte, justo cuando el avión estaba por golpear el
piso, con el primo saltamos y amortiguamos la caída.
Ahora estamos en una isla del pacífico, con una notebook con wifi.
¿Alguno nos viene a buscar?, posta, no tenemos un mango.
No, la verdad. Estamos en Salvador de Bahía. Perdí hace unas horas al
primo en una competencia de capoeira en la playa y no lo encuentro
hace mucho. La plata la tiene él, y lo peor es que estoy en un
locutorio sin plata, no le puedo pagar al tipo que me está mirando muy
mal. Ya me pedí 4 caipirinhas, estoy borracho y desnudo. ¿Alguno me
viene a buscar?
En Rio los taxis oficiales desde el aeropuerto cuestan 70 Reales. 1.7
Reales = 1 dolar. 70 reales son unos 50 dolares. Saladix. Bueno, no
nos importa viejo. Estos brazucas no saben con quien se metieron. Eran
las 23 horas, y sabíamos que Río era una ciudad por demás peligrosa
por comentarios de gente. Pero bueno, nos arriesgamos y agarramos un
taxi de la calle por 50 reales. Hasta que no llegamos al hostel no
estuvimos tranquilos del todo. Yo por lo menos. La verdad es que es
todo una gran exageración. Como es exagerado decir que Bogotá o Papua
Guinea son peligrosos. No pasa nada. Todo chamuyo. No pasa, hasta que
pasa, diría la mamá de Alan que también patentó frases como: “No te
preocupes; ocupate”.
Bueno, llegamos a nuestro glorioso hostel. El hostel más caro de
nuestras vidas por lejos. Teníamos reserva porque “Noooo… en Rio en
año nuevo imposiiiiibleeee”. Cerca de 60 dolares la noche. Malditos
brazucas. En Ipanema imposible conseguir mas barato. Se les subio la
caña de azucar a la cabeza. Bueno, vamos a conocer nuestro cuarto. Son
las 24 horas. Me tomo el atrevimiento de zarparme con el humor negro
porque son todos de confianza. Escuché que los muchachos de Cromagnon
entraron al cuarto de nuestro hostel, salieron despavoridos y se
metieron en el boliche de una. Increible el calor que hacía en ese
cuarto. No tenía ventanas, techo probablemente de chapa. Bueno, nos
fuimos a tomar unas cervezas a la esquina, a conocer un poco, con
todas las precauciones dadas, porque estabamos en “Rio de Janeiro”, la
ciudad más peligrosa del mundo (dicho con tonito gay y agitando mucho
las manos). Dejense de joder… caminamos con miedo, prácticamente
dando vueltas a la manzana para no alejarnos. Ah, cuando llegamos en
el taxi, vimos que a una cuadra y media de nuestro hostel había una
favela. Genial. Tomamos unas birras, averiguamos, por hobbie, precio
de entrada a un boliche (80 reales), y nos fuimos a dormir. Creo que
me desperté a las 7 de la mañana por el calor en el cuarto. Ese día
habremos hecho playita, visto algunos locus en la playa, entrado al
mar, tomado algún licuado de morango con guaraná, etc. La playa de Rio
va bien, pero la verdad es que el saber que dentro de poco ibamos a ir
a playas paradisíacas, no me incitaba tanto a estar en la playa de
Rio. La caminamos bastante. Hasta el final de copacabana desde
Ipanema. Linda ciudad. No es mar del plata, pero zafa. En la playa
algunos, cuando nos veían pasar siendo argentos, querían hacer cosas
locas con la pelota pero apenas les salía un taco, una rabona,
levantarla con el pie y ponersela en la nuca. Boludeces que cualquier
argentino de preescolar hace. No existen estos pibes.
Por la noche, cocinamos unos fideos con unas salchichas de pollo, muy
buenos. Cocinó el primo y yo lavé. Y nos fuimos a tomar unas cervezas
a la esquina. Ahí conocimos a un chico y una chica yanquis, de NY, de
unos 20 años. Muy copados los pibes. Les dijimos shabat shalom
kournikova sharapova. Era viernes, despues de todo. Conocimos a un par
de personas mas en esa esquina tomando cerveza. Unos irlandeses, unas
suecas, etc. La idea era ir todos para Lapa, despues de todo mi vieja
es brasilera así que la samba la debo tener en la sangre. Está tan
solo esperando a hervir con el ritmo de la música. El primo fue al
baño al bar de enfrente, y los irlandeses salieron en un taxi con dos
personas. Nos garcaron. Le preguntamos a una gente del hostel, una que
se parecía a Pía y le decíamos Pía, si iban a Lapa. Nos dijeron que
sí, que nos avisaban. Al rato conocimos a dos suecas, y salimos para
Lapa con ellas. Una era una gorda puta, como la quetejedi. La otra era
sueca. Con el primo odiamos a las suecas desde centroamerica (para más
información ver el capítulo centro america). El primo igual ya se
reconcilió con las suecas creo. En el taxi que bla bla que blo blo. El
primo ya semi borracho improvisando un portugués mezclado con lenguaje
de mono en el asiento de adelante. Sin tapujos. Excelente. Muy
gracioso de escuchar. Moviendo las manos como mono. Es que los
brazucas, para argentos con linaje como todos nosotros, son monos. Y
los monos no saben jugar a la pelota. Les dan copas del mundo porque
son simpáticos los monos. Los odiamos. Odiamos a los monos
pentacampeones. Ay… si hubieran visto cómo jugaban a la pelota en
la playa estos muchachos. Te parte el corazón. Hacen cosas que no te
podés imaginar. La concha de su madre. Con el primo pasabamos por al
lado, nos quedabamos mirando, y lo único que decíamos, con bronca
visceral, era: “la concha de su madre”, resignados, con nuestras dos
copitas bajo el brazo.
Me fui a la mierda. Bueno, llegamos a Lapa con las suecas, y nos
pusimos a buscar a la otra gente del hostel que se fue antes. Ya ni
recuerdo quienes. Apenas llegamos ya estabamos pidiendo unas
caipirinhas y dejamos a las suecas de lado. Por fin, caipirinha. Qué
ricas estaban. Ya la noche comienza a ser un tanto nebulosa. De golpe
se acerca una chica y saluda a una alemana que estaba con nosotros.
Esta chica venía en pack con otra chica, así que la saludé como si
fuese mi mejor amiga de siempre. Buena onda, alemana de nombre
Katharina (sí, a muchos les sonará este nombre). Seguimos caminando,
pidiendo caipirinhas. Somos alcoholicos, definitivamente. No podemos
estar sin un vaso en la mano. Dimos una vuelta a la manzana. Me Rio de
Janeiro, de veras. No es nada peligroso. Entramos al baño de un bar
que asustaba más que el guevara a un yanqui de texas para mear.
Seguimos caminando, y entramos a una especie de. Ok, esto es muy
asqueroso. El flaco de al lado mio en el locutorio no para de
manosearse el ganso. La puta madre. Son todos tragasables en bahia. Es
increible la cantidad de maricones que hay. ¿En qué estaba? Uy flaco
para de hacer eso la puta madre si ya sabés donde está!!!
Entramos a una especie de depósito en Lapa gigante. Muy poco glamour
como nos gustan a nosotros los bares o fiestas. O sea, un cuadrado con
techo de chapa. Debe tener ladillas este pibe. De toque fuimos a pedir
unas caípirinhas. El primo estuvo danzando samba mezclado con cumbia
con una canadiense, y yo samba mezclado con cumbia y con tango con la
alemana. Las lecciones de tango de Lucio realmente dan resultado. Me
se los 8 pasos básicos del tango, que aprendí en la oficina en 5
minutos, pero alcanzan y sobran para enseñarle a una europea amante de
sudamérica. Gracias Lucio. Igual lo cierto es que la maldita alemana
pseudoodiaba a los hombres argentinos. Decía que somos unos mentirosos
y unos chamuyeros. Genial. Otro argento que cagó nuestra fama. Somos
chorros, egocéntricos, mentirosos. Pero qué carne mamá!, qué
carne!!!… un bife de chorizo, una mila napo con puré mixto….
aaaahhhh. Disfruten de la gran ciudad, del sol derritiendo el asfalto,
de la suela de las zapatillas que en el centro se pega al metal de las
alcantarillas. Disfruten de todo eso. Pero sobre todo, disfruten del
bife de chorizo, che.
Bueno, bailamos samba como locos. Yo me di cuenta que lo que hay que
hacer es mover mucho el culo como si fuese una gelatina o la panza de
homero. O sea, si movés muy rápido los piés, agitás el culo y ahí
estás bailando samba. Creo que es más o menos así. En realidad despues
creo que aprendí mejor el movimiento, pero al ritmo que ibamos ahí en
Lapa, parecía que esas eran las reglas. Yo me sentía en guevara. Toda
la gente buena onda. Flacos, minas… nada de violencia. La entrada
costó 5 reales. De golpe unas minas, algunas profesoras de samba,
armaban una ronda en la mitad del lugar y te invitaban a bailar con
ellas al medio, y todo el mundo a los costados aplaudiendo. Muy
gracioso. Yo pasé y hasta el día de hoy no se si me felicitaron porque
llevo la samba en la sangre o por lástima mientras se morían de risa
internamente. La cuestión es que al rato se me acercan dos flacos y me
piden que baile samba y les muestre. Estoy casi seguro que me estaban
gastando pero me hicieron reir igual. Bueno, a eso de las 5 nos
fuimos, bastante ebrios, nuevamente en taxi. Ah, no, ni a palos nos
fuimos.
Resulta que en el boliche estaba Dani Zelmann. Les juro, un flaco
identico a Dani. Muy impresionante. Australiano de Sidney. Le decíamos
Dani, obvio. Dani tenía un estilo de baile muy especial. Parecía un
ataque de epilepsia. En serio, se concentraba, se ponía rojo, y
empezaba a temblar piernas y brazos como loco. Nunca nadie me hizo
reir tanto con un baile, salvo el niño talvez. Un fenómeno Dani. En un
momento se me acerca un alemán, llamémoslo Adolf, y me pregunta si nos
vamos en un rato. “A DONDE??, a otro BAR???”, respondí, ebrio hasta la
médula. ¿Dónde queda la médula?, ¿quién introdujo esa palabra en el
vocabulario coloquial?, ¿un médico?
El flaco me dijo que se volvía al hostel y le dije que nosotros
seguíamos de gira. Estabamos en Rio loco!.
¿Se está volviendo largo este mail?, termino con esta noche y lo mando, lo juro.
Se me rompieron las ojotas en medio de la noche. Salimos del boliche,
yo arrastrando la ojota porque no tenía cabeza suficiente como para
sacarmela y caminar descalzo, y porque aparte el suelo no estaba como
para caminar descalzo. Adolf me había dado una cinta con la cual
podías entrar a un boliche y ahorrarte 7 reales de la entrada. Nos
comimos una brochette de pollo con el primo y Dani, y entramos al
boliche. Yo gratis por la tirita de Adolf, el Primo gratis porque se
coló muy a lo sudaca, y Dani obvio pagó 7 reales. Adentro estaban Pía
y un médico sajón que me caía muy mal. Era amigo de todos, pero
desagradable. Bailamos un rato, tomamos algo más, Dani nos dijo que se
llamaba Edmund, y nos fuimos.
Nos subimos a un taxi que arreglamos al igual que la ida en 25 reales.
Yo arrastrando mi ojota entré en la vecindad del hostel, y escucho que
a mis espaldas el guardia de seguridad le dice a otro refiriéndose a
mi: VAGABUNDO. Con mucho acento en la b, porque en portugués se dice
con acento en la b. Creo que entré arrastrando exageradamente la
ojota. Nos despedimos de Edmund que paraba en el hostel de al lado y
nos fuimos a dormir.
¿Me zarpé un toque con lo largo?, leanlo en capítulos.
Abrazo de tanto de Voley,
Pablo.
PD: SI, EL TITULO NO TIENE NADA QUE VER CON EL MAIL. PUTO EL QUE LEE.
EL PRIMO ME CAGO EL TITULO DE PELE PERDEU A VIRGINIDADE COM UMA
CRIANCA. PUTA QUE PARIU.