Una semana y ni una raya de merca vimos.
Hola a todos…
Este mail va cortito.
Tengo 8 minutos (locutorio con cuenta regresiva)
Los otros mails los escribi en 5 minutos cada uno, por toda la merca que estoy tomando, pero ahora estamos en una granja de rehabilitación y escribo tipo Tanguito al final de la pelicula.
Bueno, es mas que nada para desearles un feliz año.
Tengo un par de videos y fotos para mandarles, pero no traje el cable.
Bueno, compramos media hora mas, asi que escribo mas distendido.
Llegamos a Cartagena. Caminamos una cuadra para tomar el taxi más barato (por 4000 – 2 dólares). El tipo pidió primero 7 mil, y despues lo dejó en 4. Muy a lo shuk. De ahí empezó a dar vueltas. No tenía la menor idea de dónde quedaba el hostel. Le habíamos explicado que era en el barrio Getsemaní, calle San Andrés (hostel Casa Viena, de Hans), pero el tipo daba vueltas y vueltas. Le preguntó a un tipo y tampoco sabía.
El conductor era un mono con volante. Es increible cómo una persona puede no tener la capacidad para entender cuando uno le habla, pero sí para manejar los cambios del auto. Se me ocurren muchos chistes machistas, pero no soy machista.
Bueno, en un momento el tipo nos dijo que nos bajemos ahí, que seguro ya estabamos cerca. Le dijimos que ni en pedo. Al final nos dejó en el Banco del Estado, y tuvimos que preguntar dónde quedaba la calle San Andrés.
Nuestro miedo mayor era que no quede lugar en lo de Hans, porque queríamos pasar ahí el año nuevo, pero llegamos y nos dieron un cuarto muy copado para nosotros solos, con tres camas, por 30.000 colombianos. Yo llevaba en la mochila 20.000 colombianos muy apretados… bla bla bla y mil chistes mas…
Habia buena onda el el hostel. Digo, la gente que laburaba ahí, porque no conocimos a casi nadie.
Hay una cuestión acá en Colombia con el turismo mochilero femenino: no existe. Bueh, sí existe, pero es mínimo. Recuerdo estar en el patio de lo de Germán (hostel Platypus, Bogotá), y escuchar a un inglés decir: “This is a sausage party” (fiesta de salchichas), porque eramos todos machos en el patiecito, y uno tocaba la guitarra, y cantabamos. Despues Lotan nos dijo que a Colombia iban mayormente hombres a tomar cocaína, que no era un destino tanto para mujeres. La verdad, era de imaginar esta situación, pero no nos la imaginamos. Igual ojo, tampoco es la ORT esto… algo de mujeres hay. Digamos un 30%. Lotan tambien nos dijo que últimamente las mujeres empezaron a percibir que tambien hay otras cosas para hacer en Colombia aparte de las drogas, y por eso empezó a subir el turismo femenino. Lotan había estudiado sociología, con un master en mochileras. Su tesis del master era acerca de Colombia.
Bueno, vuelvo a Cartagena pues. Buena onda en el hostel, con la gente que laburaba ahí, salvo con Hans, el dueño. Todo el mundo, desde Vicky HL, hasta Germán del Platypus (8 mil kilometros de distancia entre ambos) nos había dicho que Hans era re copado, re macanudo, re todo, que aunque no duermas en tu hostel el tipo te conseguía donde dormir, comer, viajar, te recomendaba todo. Llegamos, y vimos a un pelado con una cara de naipe como pocas veces vimos en la vida. Un tipo que daba la sensación que no podía ir a la esquina a comprar un sachet de leche. Digamos que salió así porque faltó una gota de leche en su momento… se quedaron cortos con él. Bueh, esa fue la sensación que nos dio a nosotros che!. Tambien escuchamos a una de las minas que laburaba en el hostel decir que a Hans le estaba por dar un paro cardíaco, porque estaba muy nervioso cerrando balances de fin de año que tenía que presentar no se a donde… así que suponemos que por eso estaba así.
Nos fuimos a conocer la Ciudad Vieja de Cartagena de Indias. Atravesamos el muro, que había sido construido para mantener alejados a los piratas de la época. Me dieron muchas ganas de ser pirata. Me imagino totalmente atacando una ciudad, destruyendo todo, robando, saqueando… muy divertido debe ser.
Ah, bueno… antes de la Ciudad Vieja… Cartagena es Cuba!. Nunca vi algo tan parecido… la gente, las casas, la música, los colores… era impresionante. Un par de veces en Cartagena nos equivocamos y dijimos cosas como “Acá en Cuba la gente… “, etc…
Dentro de la Ciudad Vieja, nos pusimos a buscar por un lugar para comer. Nos moríamos de hambre. Vimos un restaurante en una esquina, pero era carisimo (10 dólares un plato de fideos). Caminamos un poco, entramos en un local de comidas rápidas horrible, sucio, sucio, sucio, sucito. La Pachu una vez yo era chiquito, y le dijo a alguien, creo que a la vieja de Ale Max o a mi vieja… “… creo que el nene está sucito”. Qué frase trascendental.
Caminamos, caminamos, preguntamos por pizzeria (sí, queríamos comer pizza), pero no encontrabamos nada. Ya cuando el hambre estaba en el límite de decir pago lo que sea, encontramos un lugar…… y pagamos lo que sea. Carisimo. Una pizza finita finita, por unos 20.000 (10 dólares), pero bueh… estuvo bien, estuvo MUY bien de sabor en realidad. Se llama Enoteca el lugar. Me pregunto qué querrá decir. Supongo que alguno de los eruditos estudiantes de lat..grieg…. bueh, alguno de ustedes, malditos eruditos me sabrá decir qué significa Eno.
Bueh, quedamos medianamente satisfechos y acompañamos la comida con una coca (de máquina).
De ahí pintó un toque el sueño, y nos fuimos a dormir una siesta. Yo subí unas escaleras que había adentro del cuarto y me acosté en un colchón grande que estaba apoyado en el entrepiso este, de madera.
Me puse a leer la Lonely, no tenía mucho sueño, y habíamos estado hablando, acostados cada uno en su cama, de cómo seguir el viaje.
El problema era mas o menos el siguiente: queríamos pasar año nuevo en Cartagena, era el 26 de Diciembre, o sea que faltaban todavía 5 días, y todos los lugares a los que queríamos ir despues de Cartagena estaban a 4 horas de viaje, y los queríamos hacer para cerrar el viaje. Todavía teníamos un destino cercano para hacer hasta año nuevo: Playa Blanca, pero habíamos escuchado que no daba para más de 2 noches. Con esos pensamientos se durmió Zetu, y yo me puse a ver la Lonely, que no me brindó muchas ideas, pero me relajó, fue como una conexión con Dios, como una conexión con el primer mochilero del universo, con el australiano que inició estas maravillosas guías a las que les debo tanta felicidad. (exagerado?, sí)
Mi primo Renato (Brasilero) estuvo en Australia, en donde están las oficinas centrales. Tienen todas las guías, de todos los años, de todos los lugares del mundo. Las lonelies iniciaron por una pareja de australianos mochileros que recorrían el mundo e iban escribiendo sus relatos, se los mostraban luego a sus amigos, quienes quedaban encantados. Alguien les propuso hacer libros de estos relatos, y lo hicieron, y así surgió la Lonely Planet. Mi primo le preguntó a este tipo, al australiano dueño o creador de la Lonely, cual es el mejor lugar del mundo para visitar, y el tipo le digo que Colombia. No, mentira… el tipo le dijo que por lejos, pero muy muy lejos, o sea, que ningún otro destino se le acercaba, el mejor lugar es Nepal. Groso.
En dónde carajo estaba antes de esta violenta digresión?
Hay un relato de Borges en el que un tipo insulta al otro, y el insultado replica algo así como (y mucho mejor escrito): “Señor, el insulto ha sido una digresión, espero ansioso su argumento”. Copado, no?.
Ufff… me perdí…
Me entré a bañar. Ducha de agua fría, la primera del viaje, pero buena presión, y hacía mucho calor, así que me la banqué tranquilo. Hasta ahora (2 de Enero de 2007), no nos hemos vuelto a duchar con agua caliente.
Despues de la ducha me puse a usar un poco de internet. Usé Skype y llamé a mi viejo al Club Med de Brasil… no entendía nada de cómo lo estaba llamando ahí… la enorme maravilla que es Skype, escapa tambien a mi comprensión. Por 3 centavos de dólar por minuto hablaba con mi viejo que estaba en Brasil. 3 centavos, y no me equivoco ni miento al escribir esto. Cuando me atendió, me dijo: “Lagarto Juancho, buenas noches”. Yo no entendía nada… pero le reconocí la voz. Tardó un rato en caer que era yo, aún cuando le había dicho: “Qué hacés habibi”, me respondió con un seco “Hola habibi”, y a los dos segundos se dió cuenta que era yo y vino la efusión. Fue divertido. Skype es lo más, lejos. Me dijo que atendió con lo de “Lagarto Juancho”, porque NatiTeper, la hija de Claudia, estaba asustada porque había visto una lagartija en su cuarto y llamaba todo el tiempo a Claudia para ver qué hacer, porque tenía miedo. Así que corté con mi viejo y la llamé a Nati, le dije en portugués algo así como: “Estamos llamando de la recepción del hotel porque se nos perdió un lagarto gigante, que le dicen lagarto juancho, usted lo vio?”, no entendió nada y no me reconoció la voz, así que me empecé a cagar de risa.
Me olvido algunas cosas. Rollback. Cuando salí de bañarme, antes de sentarme en internet ahí en el hostel, salí a comprar porro. El barrio era peligroso, y ya me habían dicho que no compre en la calle porque seguro me afanaban. Caminé unas cuadras y la verdad es que no vi a nadie al que me anime a pedirle faso, así que me conformé comprando dos cervezas en un almacén. Volví al hostel, y me senté enfrente de la compu con mi cerveza. Lo desperté a Zetu dandole la otra. Mientras hablaba con mi viejo, lo veo a Zetu en el lobby del hostel (donde estaban las compus), solo con una toalla alrededor de la cintura, y con la cerveza en la mano. Le dije a mi viejo que acababa de salir zetu de la ducha con la toalla y la cerveza en la mano y pareció que estabamos en una fiesta loquisima.
Bueno, nos fuimos al super a comprar unos fideos, un poco de tuco, y un vino San Valentín (Argentino) que nos costó 4 dólares. En Colombia no se toma vino. Habían unos tetras de Termidor, pero parecían recontra podridos. Compramos tambien Coca para hacer calimocho.
Así fue nuestra cena, charlando tranqui y chupando calimocho. Conocimos a un francés con el que hablamos 1 minuto y no volvimos a ver nunca mas en nuestra vida.
Yo venía tomando antibióticos por angina, y el martes justamente había terminado de tomarlos, así que me clavé el calimocho con el mejor de los gustos. Supuestamente no se puede tomar alcohol mientras se toma antibióticos, pero el jueves habíamos ido al desnivel para despedir el año con los chicos, y tomé calimocho de despedida; el viernes era la fiesta de fin de año de iPlan, y chupé una barbaridad; en Bogotá en Navidad tomé bastante bastante, y al día siguiente me tomé unas cervezas, así que mi relación con los antibióticos no fue en absoluto buena.
Entonces ahí estaba: disfrutando de un calimocho legal, al fin. Lo ilegal sabía mejor, pero bueh.
De ahí nos fuimos a buscar rumba. Caminamos, recorrimos la ciudad vieja. Subimos unas escaleras y llegamos a una terraza de un bar de la ciudad vieja, con muy buena vista. Apenas se entra por la torre del reloj a la ciudad vieja, en uno de esos bares. Tomamos una cerveza cada uno, disfrutamos de la vista, charlamos un buen rato, y bajamos. Todo estaba vacío: no había nada de rumba!, probablemente por la fecha, tan cerca de navidad, etc… era un martes a la noche. Estabamos descepcionados.
Caminamos por una callecita oscura, y encontramos un boliche con música muy fuerte. Le preguntamos al tipo de la puerta si había gente, y respondió que sí, que podía pasar uno a ver. Subió Zetu. Yo me quedé hablando con el flaco y le dije: “acá no hay nadie, vos me estás engañando.. .me doy cuenta que el sonido rebota en las paredes y no queda impregnado en la gente”. Posta le dije esto, probablemente producto del alcohol. Me dijo que espere a ver qué decia mi amigo. Bajó Zetu y me dice: “hay mujeres, pero son todas colombianas”.. tardé un rato en entender que eran todas putas.
Nos fuimos a domir.
Sigo otro dia!
Me quedan 30 segundos!
Besos a todos!!!!!!
Pablo.
Feliz año de nuevo!